A, 30 de abril: Caballo de los sueños.
B, 7 de mayo: La noche del soldado.
A, 14 de mayo: La calle destruida.
B, 21 de mayo:
Melancolía en las familias.
A, 28 de mayo: -Son cosas que pasan el día antes.
-¿El día antes de qué?
-El día antes de la felicidad.
B, 4 de junio: -Son cosas que pasan el día antes.
-¿El día antes de qué?
-El día antes de la felicidad.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Un ruido extraño

Después del baño nos tendíamos sobre la hierba y atrapábamos alguna "mantis religiosa" y otros bichos. Luego se levantaba un viento dulce, y nos recorría un delicioso escalofrío. Estábamos allí, apartadas del mundo, con mucha tranquilidad cuatro amigas y yo. Nos íbamos a quedar a dormir a allí. Cuando ya se fue metiendo el sol empezamos a montar la tienda de campaña, al principio no sabíamos muy bien, pero rápidamente la montamos. Era una tienda grande así que cabíamos las cinco de sobra. Al rato escuchamos un ruido extraño pero nadie dijo nada. Cuando ya estaba todo preparado empezamos a tener algo de hambre así que cada una puso en una piedra lisa la comida que había traído: filetes, pan, fruta, agua…y una deliciosa tarta que la había hecho mi madre. Luego sacamos unas mantas que teníamos y empezamos a contar historias de miedo. De repente empezó a sonar un ruido de hojas, pero seguimos con las historias como si no hubiera pasado nada aunque en realidad todas estábamos con la oreja puesta por si se volvía a repetir, y efectivamente se repitió y esta vez mucho más fuerte era el ruido y se escuchaban voces pero no sabíamos de que. Todas corriendo nos metimos en la tienda, empezamos a hablar sobre qué podría haber ahí fuera, todas estábamos muy asustadas, no sabíamos si llamar a nuestros padres para que subieran a echar un vistazo pero al final no los llamamos porque se pensarían que somos unas miedosas así que aguantamos. Nos quedamos en un completo silencio casi sin respirar cuando de repente escuchamos a un amigo nuestro hablar en bajito. Nosotras nos empezamos a reír muy bajito para que nos oyeran…entonces pusimos los sacos de tal forma que parecía que estábamos durmiendo, nosotras con mucho cuidado y con la oscuridad de la noche salimos a fuera y nos escondimos en frente de la entrada de la tienda que había un árbol frondoso. Esperamos unos cuantos minutos cuando de repente vemos que se acercan a la puertecilla de tela tres de nuestros amigos. Cuando iban a entrar nosotras salimos de detrás del árbol y les gritamos ¡Casi se mueren del susto! ¡Y nosotras de la risa! Luego a los pocos segundos todos nos estábamos riendo sin parar. Les dijimos que se podían quedar a dormir con nosotras porque la tienda era grande y cabíamos todos. Después de tanto jaleo todos acabamos rendidos y nos quedamos dormidos a los pocos minutos. Fue una noche inolvidable.

1 comentario:

José A. Sáinz dijo...

Correcciones necesarias: ¿todo montando? Justamente no es muy castellano. fuerte era el ruido (ahí se necesita un punto) de que, sobre que, a fuera. El resto, bien.