A, 30 de abril: Caballo de los sueños.
B, 7 de mayo: La noche del soldado.
A, 14 de mayo: La calle destruida.
B, 21 de mayo:
Melancolía en las familias.
A, 28 de mayo: -Son cosas que pasan el día antes.
-¿El día antes de qué?
-El día antes de la felicidad.
B, 4 de junio: -Son cosas que pasan el día antes.
-¿El día antes de qué?
-El día antes de la felicidad.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Agustina y el Duende

Nos encontramos en pueblo de Asturias. A nuestro lado Agustina, una anciana de esa zona, su cara estaba surcada con mil arrugas, unos ojillos pequeños y expresivos.
Llevaba a sus espaldas una carga de leña, que no dudó en dejarla a un lado para acomodarse y contarnos una historia. Empezaba así: “yo tendría nueve años y recuerdo como si hubiera pasado hoy, esos tres días en los que apareció aquel tío. Venía volando, a no mucha altura, y perseguido de dos luces redondas e intensas.
Casi nunca hacia ruido, pero a veces gritaba, nos daba mucho miedo. La gente se apelotonaba en aquella oscura plaza.
Un día lo vimos posarse muy cerca del cementerio, daba unas vuelta alrededor y se volvía para una casa de allí, estábamos muy asustados, todos teníamos miedo. Luego hubo un día que ya no volvió más y por eso se quedó con el nombre del Duende. Dicen que el cura del pueblo lo expulsó y que llego a pelearse con él, pero eso ya no lo se, lo que sí que se es que era pequeño y feo como un mono. Nunca podré olvidarlo… "
¿Creemos a Agustina, será cierta la leyenda del Duende? Comentad.

1 comentario:

José A. Sáinz dijo...

Evita esas alusiones directas a los lectores; creo que no aportan nada y dan al texto un giro infantil.
Veo que te inclinas de forma natural hacia lo vivencial. Puede ser un estilo personal más que válido.