A, 30 de abril: Caballo de los sueños.
B, 7 de mayo: La noche del soldado.
A, 14 de mayo: La calle destruida.
B, 21 de mayo:
Melancolía en las familias.
A, 28 de mayo: -Son cosas que pasan el día antes.
-¿El día antes de qué?
-El día antes de la felicidad.
B, 4 de junio: -Son cosas que pasan el día antes.
-¿El día antes de qué?
-El día antes de la felicidad.

miércoles, 19 de mayo de 2010

La calle destruida

Nose como comenzar esta historia, me resulta tan triste que no se que palabras utilizar para comenzar. Pero contaré todo tal y como sucedió.
Yo vivo en una ciudad de España, de las más pequeñas y tranquilas, pero para mí es la más bonita. La he cogido tanto cariño que no me veo viviendo en otro lugar que no sea este. Mi barrio es de los más céntricos, pero a pesar de eso tiene un hermoso jardín con un pequeño lago lleno de pavos reales y patos, muchas fuentes con pececitos pequeños de miles de colores, bancos donde te puedes sentar, e incluso ahora han montado un pequeño gimnasio donde podemos hacer un poco de deporte. Todo esto estaba muy bien, pero desde hace un año las cosas empezaron a cambiar. Para acceder a este precioso lugar hay que cruzar una calle peatonal que siempre estaba llena de gente. Podías ver a niños jugando, viejecitos sentados en los bancos leyendo el periódico, jóvenes escuchando música, señores haciendo la compra, etc. Pero un día vimos como el suelo iba cediendo por algunos sitios, después salieron grietas, que día tras día se veía como aumentaban de tamaño. Dimos parte de ello a las autoridades pero no nos hicieron caso. Nos contestaron que era una calle muy antigua y que algún problema tenía que tener. El tiempo iba pasando, nadie hacía nada y los problemas aumentaban. Los cortes de luz eran frecuentes, raro era el día que algún cable no se partiera o que alguna cañería no se rompiera.
Una noche me despertó un ruido extraño. Me levanté corriendo de la cama y me asomé a la terraza para ver que sucedía. Al principio no vi nada, pues no sabía de que lugar procedía el ruido. Este cada vez era más fuerte y de repente algo mojó mi cara, entonces si que me asusté. Vi horrorizada como un chorro de agua cada vez subía más alto de la calle, con más fuerza. Y como el suelo desaparecía por algunas zonas. Me puse a gritar como si estuviese loca. Los vecinos salieron de sus casas para ver lo que sucedía. La calle quedó totalmente inundada de agua y el suministro eléctrico falló. En estas condiciones estuvimos varios días, hasta que los servicios de emergencia han ido restableciendo todo.
Esto que les cuento sucedió hace un año, pero hoy en día no podemos andar por muchos tramos de la calle, porque están llenos de montones de arena, socavones, máquinas, vallas que impiden el acceso al parque y lo peor de todo es que siguen saliendo nuevas grietas, y algunos vecinos han visto pequeños ratones entre los escombros.
Lo que antes era una calle con mucha vida, ahora es una calle en ruinas, una calle destruida.

1 comentario:

José A. Sáinz dijo...

Correcciones: no se como, no se que. Bien. ¿Has visto las posibilidades que podría tener si le das un giro de ciencia ficción hacia lo que hay debajo de la calle?