A, 30 de abril: Caballo de los sueños.
B, 7 de mayo: La noche del soldado.
A, 14 de mayo: La calle destruida.
B, 21 de mayo:
Melancolía en las familias.
A, 28 de mayo: -Son cosas que pasan el día antes.
-¿El día antes de qué?
-El día antes de la felicidad.
B, 4 de junio: -Son cosas que pasan el día antes.
-¿El día antes de qué?
-El día antes de la felicidad.

domingo, 23 de mayo de 2010

Melancolía en las familias

La melancolía es un sentimiento de tristeza que hace que quien la padece no tenga ganas de hacer nada. La pena y el recuerdo son sentimientos que normalmente acompañan a este malestar. Si está mucho tiempo en nuestro cuerpo puede pasar de un malestar a una enfermedad. A los melancólicos les gusta la soledad, escribir poesías, pasear durante mucho tiempo y pintar cuadros, eso si siempre sus obras tienen un aire triste. También puede acabar en una depresión y las consecuencias son graves. Los melancólicos son gente infeliz e insatisfecha. Pero no siempre es tan grave, algunas veces el sentimiento de melancolía es pasajero y se supera fácilmente con ayuda de tu familia y amigos. Las personas mayores pueden ponerse melancólicos cuando ven que se les va acabando la vida y recuerdan su infancia y juventud. Los desengaños amorosos o algunos amigos que recuerdas también pueden causar melancolía. O al recordar lugares que visitaste y te lo pasaste muy bien. A mi abuela le daba mucha melancolía cuando recordaba las fiestas familiares que se celebraban con motivo de una boda, las matanzas o fiestas patronales, porque decía que entonces con menos dinero lo pasaban mejor. Mi abuelo se pone melancólico cuando habla de los amigos nuevos que hizo en la mili o de lo duro que fue emigrar a Francia y encontrar casa y trabajo. Mi madre recuerda con melancolía cuando vivía en un barrio donde no tenían las calles asfaltadas y se pasaba todo el día jugando en la calle con los hijos de los vecinos y con una peseta compraba chucherías los domingos después de misa. Mi padre recuerda con melancolía cuando era joven y estaba soltero, porque veía a sus amigos todos los días y los fines de semana se hartaba de cubatas de JB con Coca-Cola. También se acuerda con melancolía de su primer coche, un Renault 8 que hacía mucho ruido. Claro que estos momentos melancólicos no tienen ninguna importancia y sirven solo para pasar un rato de conversación cuando la familia se reune.

1 comentario:

José A. Sáinz dijo...

Me gusta mucho. A lo mejor, sin pretenderlo, te ha salido un bonito texto melancólico.