A, 30 de abril: Caballo de los sueños.
B, 7 de mayo: La noche del soldado.
A, 14 de mayo: La calle destruida.
B, 21 de mayo:
Melancolía en las familias.
A, 28 de mayo: -Son cosas que pasan el día antes.
-¿El día antes de qué?
-El día antes de la felicidad.
B, 4 de junio: -Son cosas que pasan el día antes.
-¿El día antes de qué?
-El día antes de la felicidad.

viernes, 12 de febrero de 2010

El Colegio

Estudié primaria y preescolar en el C.R.A Camilo José cela, estuve desde los tres hasta los once años, de donde guardo muchos recuerdos.
El C.R.A. esta formado por tres pueblos, que son El Arenal, El Hornillo y Guisando.
Antes de las fiestas de carnaval y de fin de curso, los alumnos y los profesores de los tres pueblos nos disfrazábamos y realizábamos una serie de actuaciones relacionadas con el disfraz que llevábamos.
La vez que mejor recuerdo fue aquella que nos disfrazamos de piratas y recitamos el poema de El pirata de José de Espronceda, la parte que me tocó recitar a mi fue: “A la voz de «¡barco viene!»es de ver cómo vira y se previene a todo trapo a escapar; que yo soy el rey del mar, y mi furia es de temer.”
Después de las actuaciones daba lugar una pequeña merienda, un partido de futbol entre los pueblos y después de esto nos despedíamos y cada uno volvía a su pueblo.He tenido bastantes profesores, y con cada uno de ellos alguna hazaña.
El profesor que más recuerdo fue un hombre que sustituía a mi profesora de conocimiento del medio. Se llamaba Antonio.Recuerdo el primer día que le vimos entrar por la puerta de nuestra clase, nada más entrar nos miramos unos a otros con cara de impresión, ya que parecía un hombre muy serio. Pero según transcurrió la hora nos fuimos dando cuenta de que no era tan serio como aparentaba.
Lo que no entendimos era porque siempre estaba mascando chicle, así que un día le preguntamos porque lo hacía, con el intento de perder clase.Nos empezó a contar que llevaba fumando no se cuantos años y que lo estaba dejando, con la ayuda de los chicles de nicotina. Decía que eran especiales, pero eran “trident” así que la habrían timado.
Otro día llego sin chicle, lo que por supuesto nos extrañó, por eso le preguntamos que donde estaba el chicle. El nos respondió que los chicles no valían para nada, que esta vez lo intentaría con los parches.
Una cosa que no me cuadra es porque estaba dejando de fumar y en todos los recreos le veías con un cigarro en la boca…
Recuerdo esos viernes por la tarde, esa hora y media de plástica en la que jugábamos al Paintball en el ordenador de clase, o al ping pong en una mesa que habíamos traído del taller y le habíamos puesto como red un cordón de la zapatilla.
Esas horas se pasaban sin darte cuenta, pero no siempre era así, había veces que el profesor tenía un mal día y nos ponía a dibujar.

1 comentario:

José A. Sáinz dijo...

Corrige: cela, esta formado, (mejor tenía que daba lugar), donde, porque. Bien, consigues evocar esos años escolares.