A, 30 de abril: Caballo de los sueños.
B, 7 de mayo: La noche del soldado.
A, 14 de mayo: La calle destruida.
B, 21 de mayo:
Melancolía en las familias.
A, 28 de mayo: -Son cosas que pasan el día antes.
-¿El día antes de qué?
-El día antes de la felicidad.
B, 4 de junio: -Son cosas que pasan el día antes.
-¿El día antes de qué?
-El día antes de la felicidad.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

DOS PEQEÑOS RELATOS:NOCHES DE VERANO Y PRECIOSA MONTAÑA


NOCHES DE VERANO
¿Te acuerdas de aquellas noches de verano?. Aquellas en las que el tiempo se detenía cuando tus ojos miraban a los míos . O esas en los que tú me regalabas una cálida sonrisa y mi boca por embrujamiento tuyo te la devolvía. Incluso esas que tu boca se acercaban lentamente al compás de la brisa del mar , y rozaba mis tiernos labios , que hacía que me robases un pedazo de mi corazón. Quizás aquellas en las los dos nos sentábamos a la orilla del mar y tú me abrazabas fuertemente contra tu pecho.
Pero eso qué más da. Dentro de poco todo habrá acabado. Cada uno se ira a su pueblo. Ya no tendré que engañar a mis padres para estar contigo a solas, ni nos volveremos a esconder entre las palmeras de la piscina.
¿No te parece escalofriante después de haber pasado todo esto pensar que nunca nos volveremos a ver?. Quizás el año que viene si volvemos, no veremos, pero ya no será lo mismo. Jamás lo volverá a ser. A lo mejor encontraremos a alguna otra persona especial , pero juro ante Dios que con nadie podré sentir lo que contigo sentí.

TARDE INFINITA
Los pies me dolían de llevar aquellas incómodas raquetas. Sentía que tenía todo el cuerpo congelado pero a la vez estaba sudando. Todo estaba cubierto por un manto blanco de nieve y en la cumbre ni siquiera se podía distinguir su forma original debido a la acumulación de nieve.
Víctor me había adelantado unos cuantos kilómetros. No había nadie por allí y el sol se estaba empezando a poner.
De repente vi a mis espaldas una gran masa de nieve que venía hacia mí. Me quedé paralizada , mis piernas no respondían. Al instante caí al suelo y,y.....,y......, no recuerdo que pasó. Tan solo recuerdo que estaba enterrada en la nieve. Mis piernas estaban hinchadas , no las podía mover. En las manos sentía pinchazos incesables. No sabía que podía hacer.
Pasaron horas y horas. Toda posible esperanza que tuviese se había desvanecido. Pero unos minutos después escuché a alguien llamándome. Intenté gritar con todas mis fuerzas pero no conseguí nada, había perdido la voz. Aún así escuché una tenue voz que me decía- ¡aguanta te sacaremos de ahí!.
Estaba muy débil, sabía que si cerraba los ojos moriría, pero los párpados se me caían constantemente. Aquello era eterno, pero sabía que todo había pasado, me habían conseguido encontrar.
Las horas siguieron pasando y ya no aguantaba más, aún así puse fuerza de voluntad e intenté seguir con los párpados abiertos. Pasó un minuto, dos ,tres , cuatro,... . Los párpados se me empezaron a cerrar. Tardaron minutos pero al final el párpado inferior tomó contacto con el móvil.

1 comentario:

José A. Sáinz dijo...

Corrige: que más da, no? veremos, solo tres puntos suspensivos. Tienes una mirada sobre lo que relatas que se desvela en tu última frase. Esas nos mini-historias me recuerdan a las "Sonatas" de Valle Inclán.