A, 30 de abril: Caballo de los sueños.
B, 7 de mayo: La noche del soldado.
A, 14 de mayo: La calle destruida.
B, 21 de mayo:
Melancolía en las familias.
A, 28 de mayo: -Son cosas que pasan el día antes.
-¿El día antes de qué?
-El día antes de la felicidad.
B, 4 de junio: -Son cosas que pasan el día antes.
-¿El día antes de qué?
-El día antes de la felicidad.

martes, 13 de octubre de 2009

El conde Alejandro Kulak nació en Bohemia el año 1755, y fue bautizado un día que hacía un viento siniestro. Cayeron de los árboles un número insospechado de hojas secas y la comitiva del bautizo quedó atemorizada por el presagio. Sí, efectivamente, del presagio de un mal que se había dicho en tantas ocasiones que casi era como si ya hubiera pasado. No obstante la ceremonia seguía; a pesar de que a cada ruido, por pequeño que fuera, todos los asistientes se giraran violentamente para ver detrás de sus espaldas. Concluyó la ceremonia y la gente se fue con cierto alivio del dicho bautizo, aunque quedaba el asunto todavía en el aire. La gente no estaba segura de haberse librado del mal augurio. Pero de esto ya hace 18 largos años, en los que al conde ya le dio tiempo a crecer y a disfrutar, ya que no tenía que trabajar ni hacer nada gracias a su condición de conde. Para celebrar sus 18 años celebró una enorme fiesta, a la que invitó a toda Bohemia menos a el oráculo ya que se había equivocado con su manifiesto del futuro. La fiesta giró en torno a la comida a la que él era tan aficionado, había toneladas de carne, pescado y comida en general. A mitad del gran banquete el conde dijo que no de encontraba bien tras lo que que murió. Toda Bohemia celebró una gran fiesta para demostrar lo felices que estaban, porque este tal conde de Bohemia era muy aficionado a vaguear y dejar que su pueblo se arruinara sin hacer nada. A sí que en la fiesta se presentó el oráculo, y le dijeron que con 18 años de retraso, su profecía se había cumplido (el conde había muerto) a lo que él respondió que lo único que dijo es que moriría en una celebración grande, no en un bautizo. Y que además lo había matado él, por no haberle invitado a la fiesta (le había envenenado con una alita de pollo).

2 comentarios:

Kristian González dijo...

Siento haberlo hecho tan corto y rebuscado,pero es que ya se me había acabado el plazo y tuve que hacerlo rápido.

PD:¿Dónde está bohemia?

José A. Sáinz dijo...

Correcciones: ya hace 18, en los que el conde (al conde),a el oráculo, bohemia, a si que, a lo que el, varias erratas.
El final... la historia en sí... No parece que sepas muy bien hacia dónde vas; todo resulta un tanto intrascendente. Y lo de la alita de pollo ya es el remate.