A, 30 de abril: Caballo de los sueños.
B, 7 de mayo: La noche del soldado.
A, 14 de mayo: La calle destruida.
B, 21 de mayo:
Melancolía en las familias.
A, 28 de mayo: -Son cosas que pasan el día antes.
-¿El día antes de qué?
-El día antes de la felicidad.
B, 4 de junio: -Son cosas que pasan el día antes.
-¿El día antes de qué?
-El día antes de la felicidad.

sábado, 17 de octubre de 2009

La leyenda del alma

El conde Alejandro Kulak nació en Bohemia el año 1755, y le intentaron bautizar un día que hacía un viento siniestro. Cayeron de los árboles un número insospechado de hojas secas y la comitiva del bautizo quedó atemorizada por el presagio. Las hojas que cayeron se colocaron de tal forma que se podía leer: VENGANZA. Todos los que estaban allí se quedaron boquiabiertos. No le bautizaron a Kulak y pusieron otra fecha para bautizarle. Los padres del niño sabían que no era una casualidad que las hojas se hubieran colocado de esa forma, porque desde que nació Kulak había sido un año de misterio. La habitación de Kulak estaba al lado de la de ellos y por la noche a veces escuchaban una voz de un hombre hablando, se asustaban e iban corriendo para ver lo que había pasado, pero nada, solo se veía al niño con los ojos abiertos. Kulak tenía ocho meses, era un niño con la piel clarita, de pelo liso moreno y con los ojos negros. Nadie le llamaba Alejandro, todo el mundo le llamaba Kulak, por su apellido, al no ser muy común. En la casa en la que vivían se decía de ella muchas cosas, que estaba encantada y que allí asesinaron a un hombre los antepasados de la familia Kulak y que aquel hombre se quería vengar de esta familia por haberle matado. Se aproximaba la nueva fecha de su bautizo pero una tarde que los padres iban a salir de paseo, el niño había desaparecido. Los padres estaban desconsolados y toda la gente del pueblo intantaban ayudarles buscandole. Durante diez meses, no pararon esta búsqueda. No sólo le buscaban la gente del pueblo, sino también gente importante, porque este niño iba a ser conde. Pero nadie vió ni rastro de él. Sus padres al no aguantar la ausencia de su hijo por tantos recuerdos se marcharon de la casa y se trasladaron a una más pequeña y acogedora. Pero una mañana, los padres se sentían más destrozados que nunca porque hacía dos años de la desaparición de su pequeño. Cuando de repente se abrió la puerta y dijo un niño de unos tres años:
-Papá, mamá.
Los padres llorando fueron a por él…no podían ni hablar, sólo le abrazaban llorando. Le preguntaron que dónde había estado todo este tiempo pero no sabía hablar mucho y no dijo nada. Los padres se fueron rápidamente a la policía. La policía no se lo podía creer porque habían estado 10 meses buscando. Le hicieron una serie de preguntas al niño pero él estaba muy asustado y no decía nada. Los padres todavía no se lo podían creer. Todos ellos se fueron a casa e intentaron seguir una vida normal…pero no podían. Seguían pasando cosas extrañas. Más tarde recordaron que al niño todavía no le habían bautizado. Lo hicieron sin que nadie se enterara porque estaban cansados de que la gente hablara de su pequeño. Por fin el niño estuvo bautizado y desde entonces no pasó nada más. Kulak después pudo hacer una vida normal y a los dieciocho años le nombraron conde. La gente que le conocía muchas veces le preguntaban que cómo pudo sobrevivir dos años perdido…pero él decía que no se acordaba. Sus padres toda la vida siguieron pensado en aquellas voces que todos los días escuchaban y que un día desaparecieron de repente…
La leyenda cuenta que el hombre que fue asesinado en aquella casa no le habían enterrado por lo tanto su alma se había quedado en aquella casa… y entró en el cuerpo del niño y por eso al bautizarlo su alma fue con Dios y no volvió a dar ningún problema. Por fin el hombre puedo descansar en paz. Con esta leyenda se podrían explicar muchos sucesos: el alma colocó las hojas y puso venganza; las voces de hombre en la habitación de Kulak; cuando el niño fue raptado; al cambiarse de casa los padres; les devolvió al niño (porque en el fondo era bueno) y en esos dos años el alma le cuidó. Pero todavía sigue siendo un gran misterio.

1 comentario:

José A. Sáinz dijo...

Este fragmento requeriría una reescritura, tanto en la disposición de las ideas como en la puntuación: Con esta leyenda se podrían explicar muchos sucesos: el alma colocó las hojas y puso: venganza, las voces de hombre en la habitación de Kulak y cuando el niño fue raptado, al cambiarse de casa los padres, les devolvió al niño (porque en el fondo era bueno) y en esos dos años el alma le cuidó. Pero todavía sigue siendo un gran misterio.

El resto, bastante bien.