A, 30 de abril: Caballo de los sueños.
B, 7 de mayo: La noche del soldado.
A, 14 de mayo: La calle destruida.
B, 21 de mayo:
Melancolía en las familias.
A, 28 de mayo: -Son cosas que pasan el día antes.
-¿El día antes de qué?
-El día antes de la felicidad.
B, 4 de junio: -Son cosas que pasan el día antes.
-¿El día antes de qué?
-El día antes de la felicidad.

domingo, 17 de enero de 2010

Dulce Navidad

El día de Nochebuena, mis padres y yo nos vamos al pueblo de mis abuelos paternos, Gallegos de Sobrinos. Allí nos juntamos también con mis hermanas, mis tíos y mis primos. Ese día cenamos todos juntos en una gran habitación con radiadores junto a la mesa, ya que no hay calefacción. Cenamos sopa de pescado (que ni a mis primos ni a mi nos gusta), croquetas y cochinillo frito que hace mi abuelo y está riquísimo. Cuando terminamos de cenar vemos la televisión y jugamos a las cartas o al trivial. Nos quedamos en casa porque hace mucho frío y además en nochebuena no van nuestros amigos. Este año la cena ha sido diferente porque nos hemos tenido que llevar a mi abuela materna y no hemos podido cenar todos juntos. Al día siguiente, Navidad, mis hermanas y yo nos levantamos a la vez para ver qué nos ha traido Papa Noel. Sabemos que son nuestros padres pero nos hace ilusión igualmente. Luego vamos a comer a casa de mis abuelos para celebrar la Navidad, pero este año, igual que la cena de nochebuena, no hemos comido juntos. Por la tarde vamos todos a la cocina, cogemos unas sillas y nos sentamos alrededor de la lumbre. Más tarde, mis padres, mis hermanas y yo volvemos a mi pueblo. En Nochevieja vienen a mi casa mis tíos, mis primos y mi abuela, todos por parte de madre. Para cenar mi madre hizo canelones (protestando) porque nunca la dejamos que haga otra cosa. A mis hermanas y a mi nos encantan los canelones. También había langostinos, pescado y roscón de reyes que trajeron mis tíos. Después todos nos comimos las uvas menos mi perra que se comió un canelón. Algunos no se comieron las doce uvas, entre ellos mi padre que como mucho se come cinco. Alrededor de las doce y media mis primos, mis hermanas y yo nos vamos y mis tíos se quedan con mis padres. Al día siguiente nos levantamos tarde y comemos lo que sobró en Nochevieja. El día 5, mis amigos y yo vamos a ver la cabalgata de reyes pero este año una amiga mía y yo nos hemos disfrazado de egipcias. Esa noche mi hermana mayor quiso que pusiéramos al lado del belén todos los zapatos que teníamos junto con una carta a los Reyes Magos. Lo peor fue que me tocó recogerlos a mí despues. A la mañana siguiente había muchos regalos, aunque al final sólo dejamos un zapato, y el regalo que más me gustó fue el de mi perra, Lira, a la que yo había puesto un zapato de papel con forma de pezuña. Al ver el regalo envuelto se levantó y empezó a saltar, sabía que era para ella. A todos nos entró la risa cuando vimos que eran cuatro croquetas de la cena. Lira se puso muy contenta, más que el año pasado cuando los Reyes (mis hermanas y yo) la regalaron un jersey que no quiso ni ver. Estas son mis Navidades, no sé si son sorprendentes, originales o divertidas pero son mis Navidades y a mí me encantan.

1 comentario:

José A. Sáinz dijo...

Muy bien. Has vencido algo el laconismo.