A, 30 de abril: Caballo de los sueños.
B, 7 de mayo: La noche del soldado.
A, 14 de mayo: La calle destruida.
B, 21 de mayo:
Melancolía en las familias.
A, 28 de mayo: -Son cosas que pasan el día antes.
-¿El día antes de qué?
-El día antes de la felicidad.
B, 4 de junio: -Son cosas que pasan el día antes.
-¿El día antes de qué?
-El día antes de la felicidad.

domingo, 17 de enero de 2010

Mis Navidades


Llevaba ya muchos días esperando las vacaciones de Navidad. Por fin nos las dieron, esa tarde dejamos la mochila en la habitación y nos fuimos mis amigas y yo a pasar la tarde divirtiéndonos por mi pueblo. Llegó el día 23 y nos fuimos a la casa de mi amiga y vimos un programa de televisión en el que fuimos a principios de mes, en el que concursaba Iván, uno de mi clase, el programa se llama Password. Nos reímos un montón porque en varias ocasiones se me vio, al estar de público en la primera fila. Llegaron mis amigas de Madrid para pasar las Navidades en el pueblo. El día 24 por la mañana mi padre fue a por un poquito de musgo, cogí la caja con el árbol de navidad y el portal de belén, y me puse a abrir las cajas que estaban demasiado forradas de celo marrón. El árbol es pequeñito y puse las bolitas y estrellas, lo puse en el pasillo. El portal de belén lo hice en el salón en frente de la mesa donde se cenaría por la noche. Puse el musgo con su río de papel de aluminio, unas cuantas piedras y todas las figuras encima. Por la tarde ayudé a mi madre a poner la mesa, colocar el mantel y todos los vasos y platos. Cuando ya llegaron las 9 llegué a casa y mi abuela y mi madre ya tenían hecha la cena. Ese día cenamos poquitos en mi casa, mi padre, mi madre, mi hermano, mi abuela y mi tío abuelo. Como todos los años de primer plato hay sopa de pescado, que a mi abuela la sale muy rico y eso que a mí el pescado no me gusta mucho. Por la noche salí con mis amigos que nos lo pasamos genial, cada año la Nochebuena es mejor. Llegó el día 31 y como todos años cenamos en casa de mi otra abuela. Este día cenamos algunos más, 15 personas, mis primos, tíos y abuelos. Cenamos a las 9 y media, nos reímos mucho en la cena, y nos lo pasamos muy bien. Como siempre después de la cena mi hermano y mi primo, Javi, que somos los tres más o menos de la misma edad, nos subimos al piso de arriba y vemos en la tele lo que nos gusta y empezamos a escribir los mensajes en el móvil para felicitar a los amigos que esa noche no los vamos a ver. Yo soy siempre la que prepara las uvas, a mí por supuesto que me pongo las más pequeñas, que ni tienen pipitas. Todos nos volvemos a sentar en la mesa y siempre algo nerviosos esperamos a que sean las doce. Siempre vemos las campanadas por el canal 1, casi nadie se las come a tiempo; o antes, o después o se dejan alguna, yo y mi tío somos los que nos comemos las 12 uvas cuando se tiene que comer. Pero todos no comen uvas, porque Javi se parte trocitos de mandarina, y el primo más grande y el más pequeño trocitos de manzana, los demás uvas. Después mis padres, mi hermano y yo vamos a felicitar al resto de familia que no hemos podido cenar con ella. Por la noche salí con los amigos y este día como especial no tiene hora. El día 1 como todos años comemos en casa de mi abuela, como en Nochebuena, aunque tenemos poco hambre al levantarnos tarde. El día 5, la Cabalgata, nos disfrazamos, cuando éramos pequeñas de angelitos pero ahora que somos ya más grandes de egipcias o moras, este año ha tocado moras. Nos lo pasamos genial vistiéndonos y pintándonos. Por la noche también salimos. Y llegó el día de Reyes que todos los niños esperan con ilusión, aunque ahora yo ya no tanto porque a veces te toca comprar a ti los regalos. Pero bueno ilusión siempre te hace tener cosas nuevas. Cuando éramos pequeños mi padre sacaba la cámara y nos grababa medio dormidos que íbamos buscando los regalos por toda la casa, que ya sabíamos más o menos por donde se encontraban siempre. Sin embargo ya hace unos años que nos los dejan en el salón y no es lo mismo que antes. Y este día comemos en casa de mis abuelos, como en Nochevieja, pero esta vez no somos tantos sino solo mis abuelos, mis padres y mi hermano. Ya quedan pocos días para que vuelva la rutina de cada día de levantarse pronto para ir al instituto, pero ya estamos esperando las fiestas de mi pueblo que son el 4 de febrero.

1 comentario:

José A. Sáinz dijo...

Bien, aunque te has centrado más en el presente que en contar lo intemporal o lo típico de tus navidades.