A, 30 de abril: Caballo de los sueños.
B, 7 de mayo: La noche del soldado.
A, 14 de mayo: La calle destruida.
B, 21 de mayo:
Melancolía en las familias.
A, 28 de mayo: -Son cosas que pasan el día antes.
-¿El día antes de qué?
-El día antes de la felicidad.
B, 4 de junio: -Son cosas que pasan el día antes.
-¿El día antes de qué?
-El día antes de la felicidad.

lunes, 11 de enero de 2010

EL AÑO QUE VIENE TODO SERÁ IGUAL

Los años van pasando pero las costumbres navideñas no se ven afectadas por el paso del tiempo. La navidad comienza cuando el calendario más preciso para determinar estas fechas empieza a protestar. Ésa es sin duda mi terrible hermana, qué cuánto más se acercan éstas fechas, más protesta para que mi madre le haga las trufas que tanto le gustan. Primero mi madre hace la masa añadiéndole un ingrediente muy especial, la discusión de ella con Carmen, debido a que ella quiere batir los huevos. Cuándo por fin terminan, llega la calma a aquella marejada, presionándose y rebozando las trufas en fideos de chocolate valor. Otro de los avisos que mi hermana da es el del árbol de navidad. Siempre es la misma discusión. Mi hermana le dice a mi madre que lo baje del desván, y mi madre, a la que siempre la pilla en medio de una película, la pone cómo excusa que se ha echo de noche y que no ve, que mañana se lo bajará. Pero aquí no se acaba la discusión, cuando mi madre baja el árbol y los adornos, mi hermana no quiere ponerlo porque le da pereza, entonces mi madre la dice que los ponga porque están ocupando sitio en el salón. Como mi hermana no la hace ni caso, los termina poniendo ella, y cuando Carmen se entera, se pone a gritar y a llorar porque los quería poner ella.
Normalmente en nochebuena vamos a Salamanca. Allí me reuno con mis siete primos y mis muchísimos tíos. La verdad es que la cena no es muy ostentosa. Normalmente mi tía Bea trae una gran variedad de quesos y panecillos para untar. Como plato principal está el famoso cordero con patatas de mi abuela, que en realidad se debería llamar patatas con alguna tajada de cordero, porque por cada chuleta, hay dos patatas enteras fritas. No es que seamos pobres, es que las patatas dejan mucho que desear al cordero. Tras la cena sacamos los turrones, y mi goloso tío Agus, se infla a dulces, acabando la noche con un buen dolor de estómago. Para finalizar, mis tíos, y éste año yo también, ponemos los regalos en la puerta, y mi tía Ana, simula la risa de Papá Noél, que basta con decir que mis primos pequeños terminan llorando de lo mal que lo hace.
Otra de las típicas tradiciones de mi familia, es la mítica salida a patinar sobre hielo a Madrid y el día de compras.Carmen, que se cree que es una patinadora profesional, empieza ha realizar florituras, y cómo siempre, termina en el suelo empapada. Todos los años vamos de compras, sin embargo, éste yo no he ido con ellos. Me fui a Madrid con mi profe de baile y algunas compañeras a Madrid a comprar ropa de baile, y me da que éste año mis padres ya no me llevan de rebajas porque me gasté el dinero correspondiente allí. ¡Es lo malo de estar loca por la ropa de baile!.
Para finalizar, está el día de los Reyes Magos. Los regalos suelen ser muy buenos, sin embargo yo siempre acabo llorando. No se porqué, pero siempre salgo en las grabaciones con un berrinche de tres pares de narices.

1 comentario:

José A. Sáinz dijo...

Corrige: qué cuanto más, *la pone como excusa, ha hacer, No se porqué. Interesantes costumbres.