A, 30 de abril: Caballo de los sueños.
B, 7 de mayo: La noche del soldado.
A, 14 de mayo: La calle destruida.
B, 21 de mayo:
Melancolía en las familias.
A, 28 de mayo: -Son cosas que pasan el día antes.
-¿El día antes de qué?
-El día antes de la felicidad.
B, 4 de junio: -Son cosas que pasan el día antes.
-¿El día antes de qué?
-El día antes de la felicidad.

domingo, 21 de marzo de 2010

Nice

Éramos primos Berenice y yo, y nos habíamos criado juntos en la casa de mis mayores. Sin embargo, crecimos de manera muy diferente: yo, enfermizo y hundido en la melancolía; ella, ágil, graciosa y rebosante de vigor. Ella y yo sabíamos que éramos primos porque la gente que nos cuidaba del orfanato nos lo había dicho, pero nosotros no sabíamos nada sobre nuestra verdadera familia, mi única familia era ella, Berenice. Yo desde que era pequeño he estado siempre enfermo, no he disfrutado como todos los niños que estaban allí. En invierno siempre cogía la gripe y me tiraba varias semanas con ella, en primavera las alergias y así en cada estación. Al estar siempre enfermo y no poder reír como los demás niños, eso hizo que casi cayera en una depresión. Pero gracias a una persona no caí, esta es mi prima Berenice, que todos la llamábamos Nice. Nice siempre estaba sonriendo para que no me sintiera tan mal, ella era una niña alegre y todo el mundo la quería. Pero llegó un día, no se me olvidará. Al estar viviendo en un orfanato la gente venía a adoptar a los niños, todos niños deseábamos que nos adoptasen para poder tener una familia de verdad. Mucha gente que venía quería adoptar a Nice pero ella siempre contestaba que no se iría con una familia si no íbamos los dos juntos. Ella y yo somos de la misma edad, iban pasando los años y la gente ya no quería adoptar a dos niños con 12 años, porque éramos demasiado grandes. Pero cómo he dicho antes llegó un día, para mí, el peor. Nice estaba muy preocupada por su futuro, porque si no era adoptada seguro no que no iba a tener nunca una vida feliz. El día 21 de agosto llegó una familia que quería adoptar a una niña entre diez y trece años, Nice era la apropiada. Yo pensaba que también esta vez diría que no se iría si no era conmigo, pero no, no pasó lo que yo me esperaba. Cuando salieron de la habitación, ella miró hacia abajo y vi como se la caía una lágrima, yo no me lo podía creer… se iría para siempre, no la volvería a ver. Ella cada día me hacía sonreír, sin ella yo no tenía ganas de nada. Esa fue la última vez que la vi hasta los dieciocho años. A esta edad me tuve que ir del orfanato, me busqué la vida como pude, alquilé una casa con unos amigos y la vida me iba muy bien. Los seis años que estuve sin ella para mi fueron terribles porque no tenía amigos ni nada, lo pasé realmente mal. Aquellos años en los que estuve tan enfermo ya se habían pasado, tendría que estar muy alegre, pero algo me faltaba, Nice. Estuve en varios sitios intentando buscarla para saber cómo la iba la vida, solo me conformaba con verla. El día 20 de Julio la encontré. Al encontrarnos no sabíamos cómo reaccionar, no sabíamos que decirnos, aunque con una mirada ya sabíamos lo que nos pasaba. Estuvimos varias horas hablando tomándonos un café, a ella la vida la había ido muy bien, me alegre mucho. Desde aquel momento todas las semanas nos llamamos por teléfono y de vez en cuando quedamos para tomar algo. Ya era completamente feliz.

1 comentario:

José A. Sáinz dijo...

cORRIGE: callera, *que todos la llamábamos, lagrima, busque, alquile, *como la iba la vida, alegre mucho. Muchas faltas. De la historia me gusta el arranque.